¿Quieres ser energéticamente sostenible? Pues empieza ahorrando agua

  • 11 abril, 2014

Para que una gota de agua  llegue hasta tu casa y vuelva al medio natural bien depurada hace falta gastar mucha energía. De hecho el 30 % del gasto del agua corresponde a esa energía, pero como en la factura no pone nada, no somos conscientes.

Y es que a la relación entre agua y energía cada vez se le está haciendo un poquito más de caso. Y no es para menos, según algunos estudios hasta el 8% de la energía total consumida en España está relacionada con el abastecimiento de agua, tanto urbano como para regadío (Hardy y Garrido, 2010). Esto sin incluir los usos finales (bombeos, tratamientos, calentamiento, etc.), el gasto total se estima en un nada desdeñable 16% (Corominas, 2011).

Por supuesto este gasto energético, aunque solo una parte aparezca en la factura de la luz o del gas, supone una emisión de gases de efecto invernadero. Estas emisiones de CO2, causantes del cambio climático son, no lo olvidemos, las que queremos evitar y ya sean directa o indirectamente, las causamos nosotros. Además el cambio climático afecta a los regímenes de lluvia, cerrando así un ciclo que se retroalimenta.

 


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Con cada vez más población en el planeta y una tendencia más que clara a concentrarse en grandes ciudades, muchas de ellas en la costa, las emisiones de CO2 asociadas al agua solo tienen perspectivas de aumentar. Tendremos que transportar más agua, desde más lejos, así como depurarla y nos veremos en la necesidad cada vez mayor de usar técnicas de obtención de agua que consumen mucha energía como es la desalación.

 

¿Se podría decir que un proyecto es energéticamente sostenible sin un plan de sostenibilidad en el uso del agua?

La respuesta ahora parece más clara, no. No si lo que buscamos es algo más allá de una rebaja en la factura de la luz, no si pensamos a largo plazo. Este es solo uno más de los beneficios de hacer un uso sostenible del agua, quizá uno de los menos evidentes, pero por ello no menos importante.

Y acabo con una conclusión a la que llegaron James E. McMahon y sus colaboradores (McMahon, 2006) tras un estudio sobre las relaciones entre agua y energía en California (EEUU):

“El ahorro de energía producido por las medidas de eficiencia en el consumo de agua puede ser más rentable que los planes de ahorro de energía en California”

 

Bibliografía:

  • Cabrera E., 2011
    El binomio agua-energía ¿Un asunto de moda o de interés real?
    Fundación Ciudadanía y Valores. Noviembre de 2011.
  • Hardy L. y Garrido A., 2010
    Análisis y evaluación de las relaciones entre el agua y la energía en España.
    Observatorio del agua. Fundación Marcelino Botin. Abril de 2010. Santander.
  • Martínez, F.J., 2011
    Estudio de la huella energética del abastecimiento urbano de agua de la provincia de Almería.
    Universidad de Almería
  • McMahon J.E., Whitehead C.D., Biermayer P., 2006
    Saving water saves energy.
    Lawrence Berkeley National Laboratory. Berkeley. California. USA.
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